La sub-20 se
adapta y crece
La primera presentación de la selección nacional en el torneo juvenil
que se juega en Ecuador dejó mucho para evaluar, pero quizá lo más importante
fue la capacidad para adaptarse a un escenario que, sin duda alguna, será el
principal enemigo de todos los equipos que integran el grupo B.
FOTO:
EFE
En este
sudamericano ha quedado demostrado una vez más que la dirigencia hace poco, muy
poco, por la evolución de sus principales espectáculos. Salvo la Copa América,
el resto de los torneos organizados por CONMEBOL tienen en común que los mismos
se desarrollan en condiciones paupérrimas.
Hasta se
podría llegar a pensar que estos dirigentes no solamente desconocen la
naturaleza del deporte, sino que tampoco asisten a los eventos que ellos
promueven. Salvo
el caso del campeonato sudamericano sub 20 jugado en Venezuela en el año 2009,
es habitual observar canchas que constituyen una amenaza contra la salud de los
futbolistas.
Da la
impresión de que algunos no se enteran todavía de que al fútbol se juega sobre
grama, y que mientras mejor sea el estado de la misma, más alto será el nivel
de las propuestas de cada equipo.
Ni hablar
de la tecnología. Mientras la FIFA ha ido integrando distintas herramientas
científicas, con la intención de acercar al juego a un estadio de mayor
justicia, en nuestro subcontinente, casi como para darle la razón a
quienes esgrimen que se juega como se vive, no nos hacemos eco de estas
modificaciones.
En el
partido debut de la Vinotinto hubo una ocasión en la que debió emplearse la
tecnología que determina si una pelota cruzó o no la línea de gol, pero en
ausencia de la misma, la duda volvió a ser protagonista. Cosas propias de
nuestro subdesarrollo…
Pero
volvamos al juego y a las virtudes criollas.
En el
empate sin goles ante Uruguay, el equipo de Rafael Dudamel mostró algunas
características positivas e importantes, y es que más allá del número de
ocasiones de gol generadas o salvadas, el seleccionado nacional supo
adaptarse rápidamente a las condiciones del contexto, es decir, al estado
desastroso del terreno de juego, y lo que ello traía como consecuencia.
¿Qué
significa adaptación? La siguiente
definición se ajusta a lo que estas líneas intentan describir: “Adquisición
de lo necesario para acomodarse mental y físicamente a diversas circunstancias“.
Esta
cualidad no es cualquier cosa; mientras muchos hacen referencia al
estado físico o a la técnica como elementos dominantes en el fútbol, es la
capacidad de acomodarse y responder a las distintas circunstancias lo que
diferencia al futbolista de élite con el resto de sus compañeros. Hoy en
día, todos los jugadores que hacen vida en el profesionalismo están preparados
físicamente para competir de igual a igual con sus rivales, pero muy pocos
tienen la habilidad de modificar sus actuaciones según, como se dice en el
fútbol, exija cada partido. No hay que olvidar que, a diferencia de otras
disciplinas, en el fútbol no hay tiempos muertos, por lo que cada ajuste debe
realizarse mientras se juega el duelo.
La
primera muestra de madurez del conjunto criollo se pudo observar cuando los
futbolistas identificaron, quizá por una orden de su entrenador, que a los
uruguayos les costaba salir limpio desde su área, razón por la que en varias
ocasiones, los volantes centrales venezolanos presionaron ese primer pase
charrúa, y de esa maniobra nacieron las opciones de gol más claras de La
Vinotinto.
También
es importante destacar como otra muestra de crecimiento que en los primeros
minutos del partido, cuando el equipo sólo tenía descargo ofensivo por el
costado izquierdo a través de Sergio Córdova, el futbolista del Caracas
FC intercambió su posición con Yeferson Soteldo, lo que activó al ahora
futbolista de Huachipato, mientras que al mismo tiempo se mantuvo la opción de
Córdova por la otra banda.
Por
supuesto que no debe soslayarse un detalle de suma importancia: a pesar
de ser futbolistas profesionales, estos muchachos aun transitan una etapa clave
de su formación, razón por la cual, es natural observar situaciones como
que a los defensores centrales les costó tener paciencia para no rifar el balón
y así asociarse mejor con sus compañeros. Los pases largos son necesarios, pero
deben ser eso, una entrega que nazca desde la planificación. Estos errores son
comunes y sólo los minutos ayudarán a corregirlos.
Otro caso
interesante de crecimiento y adaptación es el que ha experimentado Ronaldo
Peña. Aquel delantero que brilló en el Sudamericano Sub-17 lo hizo en el papel
de habilitador, de compañero de quien a la postre fue el goleador del torneo,
Andrés Ponce. Esta versión del jugador de Las Palmas Atlético parece
más completa, o por lo menos da la impresión de haber sumado registros a su
juego. De todas maneras el equipo debe ser más atrevido si desea aprovechar
las virtudes de este buen futbolista.
Hay una
frase enorme que describe la existencia del ser humano: el pasado es
inmodificable y el futuro no es más que una ilusión. Predecir lo que hará
esta selección en el resto de sus compromisos es un ejercicio del cual prefiero
alejarme, por lo que creo importante disfrutar y señalar otras circunstancias
que permiten pensar que los más de 30 módulos y partidos amistosos que tuvo
este grupo no fueron en vano.
Apenas se
ha jugado un partido, y en estas categorías, como nos enseña la historia
reciente, cualquier cosa puede pasar. Pero si este grupo sigue demostrando su adaptabilidad
a los distintos escenarios, más que pelear por un cupo al mundial, estarían
desarrollando esa enorme cualidad que los puede situar en el fútbol de élite.
Que sea así; que el árbol no tape el bosque, y que se comprenda que más que una
meta inmediata, el objetivo es formar futbolistas.
Tomado de: El Estímulo
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