martes, 24 de enero de 2017

La sub-20 se adapta y crece

La sub-20 se adapta y crece
La primera presentación de la selección nacional en el torneo juvenil que se juega en Ecuador dejó mucho para evaluar, pero quizá lo más importante fue la capacidad para adaptarse a un escenario que, sin duda alguna, será el principal enemigo de todos los equipos que integran el grupo B.



FOTO: EFE

En este sudamericano ha quedado demostrado una vez más que la dirigencia hace poco, muy poco, por la evolución de sus principales espectáculos. Salvo la Copa América, el resto de los torneos organizados por CONMEBOL tienen en común que los mismos se desarrollan en condiciones paupérrimas. 

Hasta se podría llegar a pensar que estos dirigentes no solamente desconocen la naturaleza del deporte, sino que tampoco asisten a los eventos que ellos promueven. Salvo el caso del campeonato sudamericano sub 20 jugado en Venezuela en el año 2009, es habitual observar canchas que constituyen una amenaza contra la salud de los futbolistas.
Da la impresión de que algunos no se enteran todavía de que al fútbol se juega sobre grama, y que mientras mejor sea el estado de la misma, más alto será el nivel de las propuestas de cada equipo.

Ni hablar de la tecnología. Mientras la FIFA ha ido integrando distintas herramientas científicas, con la intención de acercar al juego a un estadio de mayor justicia, en nuestro subcontinente, casi como para darle la razón a quienes esgrimen que se juega como se vive, no nos hacemos eco de estas modificaciones.

En el partido debut de la Vinotinto hubo una ocasión en la que debió emplearse la tecnología que determina si una pelota cruzó o no la línea de gol, pero en ausencia de la misma, la duda volvió a ser protagonista. Cosas propias de nuestro subdesarrollo…

Pero volvamos al juego y a las virtudes criollas.

En el empate sin goles ante Uruguay, el equipo de Rafael Dudamel mostró algunas características positivas e importantes, y es que más allá del número de ocasiones de gol generadas o salvadas, el seleccionado nacional supo adaptarse rápidamente a las condiciones del contexto, es decir, al estado desastroso del terreno de juego, y lo que ello traía como consecuencia.

¿Qué significa adaptación?  La siguiente definición se ajusta a lo que estas líneas intentan describir: “Adquisición de lo necesario para acomodarse mental y físicamente a diversas circunstancias“.

Esta cualidad no es cualquier cosa; mientras muchos hacen referencia al estado físico o a la técnica como elementos dominantes en el fútbol, es la capacidad de acomodarse y responder a las distintas circunstancias lo que diferencia al futbolista de élite con el resto de sus compañeros. Hoy en día, todos los jugadores que hacen vida en el profesionalismo están preparados físicamente para competir de igual a igual con sus rivales, pero muy pocos tienen la habilidad de modificar sus actuaciones según, como se dice en el fútbol, exija cada partido. No hay que olvidar que, a diferencia de otras disciplinas, en el fútbol no hay tiempos muertos, por lo que cada ajuste debe realizarse mientras se juega el duelo.

La primera muestra de madurez del conjunto criollo se pudo observar cuando los futbolistas identificaron, quizá por una orden de su entrenador, que a los uruguayos les costaba salir limpio desde su área, razón por la que en varias ocasiones, los volantes centrales venezolanos presionaron ese primer pase charrúa, y de esa maniobra nacieron las opciones de gol más claras de La Vinotinto.

También es importante destacar como otra muestra de crecimiento que en los primeros minutos del partido, cuando el equipo sólo tenía descargo ofensivo por el costado izquierdo a través de Sergio Córdova, el futbolista del Caracas FC intercambió su posición con Yeferson Soteldo, lo que activó al ahora futbolista de Huachipato, mientras que al mismo tiempo se mantuvo la opción de Córdova por la otra banda.

Por supuesto que no debe soslayarse un detalle de suma importancia: a pesar de ser futbolistas profesionales, estos muchachos aun transitan una etapa clave de su formación, razón por la cual, es natural observar situaciones como que a los defensores centrales les costó tener paciencia para no rifar el balón y así asociarse mejor con sus compañeros. Los pases largos son necesarios, pero deben ser eso, una entrega que nazca desde la planificación. Estos errores son comunes y sólo los minutos ayudarán a corregirlos.

Otro caso interesante de crecimiento y adaptación es el que ha experimentado Ronaldo Peña. Aquel delantero que brilló en el Sudamericano Sub-17 lo hizo en el papel de habilitador, de compañero de quien a la postre fue el goleador del torneo, Andrés Ponce. Esta versión del jugador de Las Palmas Atlético parece más completa, o por lo menos da la impresión de haber sumado registros a su juego. De todas maneras el equipo debe ser más atrevido si desea aprovechar las virtudes de este buen futbolista.

Hay una frase enorme que describe la existencia del ser humano: el pasado es inmodificable y el futuro no es más que una ilusión. Predecir lo que hará esta selección en el resto de sus compromisos es un ejercicio del cual prefiero alejarme, por lo que creo importante disfrutar y señalar otras circunstancias que permiten pensar que los más de 30 módulos y partidos amistosos que tuvo este grupo no fueron en vano.


Apenas se ha jugado un partido, y en estas categorías, como nos enseña la historia reciente, cualquier cosa puede pasar. Pero si este grupo sigue demostrando su adaptabilidad a los distintos escenarios, más que pelear por un cupo al mundial, estarían desarrollando esa enorme cualidad que los puede situar en el fútbol de élite. Que sea así; que el árbol no tape el bosque, y que se comprenda que más que una meta inmediata, el objetivo es formar futbolistas.

Tomado de: El Estímulo

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