Jesús González: una plata que vale oro para San Genaro

El “Trompo” sumó frente a su familia

Jesús González: una plata que vale oro para San Genaro

Jeyson Arias se ubicó en el quinto lugar de los 109 kgs en el levantamiento de pesas

(Prensa Comité Olímpico Venezolano - Lima, lunes 29 de julio) 

No pudo ser el oro de hace cuatro años en Toronto, pero Jesús “Trompo” González volvió a estar en un podio panamericano, con su plata en Lima 2019 y con la satisfacción agregada de que la conquistó frente a 21 miembros de su familia residenciados en Lima, que fueron a presenciar su actuación en el coliseo Mariscal Cáceres de Chorrillos.

Apenas un kilo separó al “Trompo” del oro proyectado, luego de que el estadounidense Wesley Kitts lo desplazara de la cima de los 109 kgs en el último movimiento. El trujillano había completado su accionar con un 388 inédito para él en total, producto del mejor registro de su carrera en arranque (178) y un 210 en envión.

Luego de que el criollo fallara al intentar con 215 y 216, Kitts apareció en su última visita a la plataforma con un 217 que dejaba al de San Genaro con las ganas de revalidar, al sumar 389 en total.

Otro criollo, Jeyson Arias, quedaba quinto con total de 368, luego de un accidentado tránsito por el envión, en el que hizo falta una consulta arbitral para revertir la apreciación inicial de los jueces, que habían validado un 207 que lo hubiera acercado al podio.

“Es fuerte, tuve la medalla ahí cerca”, lamentaba el “Trompo” mientras desde las gradas su gente de San Genaro le gritaba palabras de aliento. “Traté de sacar  un buen arranque para sacarle ventaja al estadounidense, pero él tuvo la oportunidad en el envión y así es esto. Hay que seguir trabajando”.

“Cuando vi que bajó el ecuatoriano (el ex campeón mundial juvenil Jorge David Arroyo) pensé que me iban a bastar el poco de kilos que le había sacado al estadounidense. Estaba bien preparado en arranque, lo busqué, primera vez que hago 178, pero esta vez no se pudo”.

González lamentó no haber contado con apoyo técnico ni médico durante las tres semanas que las pesas estuvieron en Lima preparándose para los Panamericanos, pues al personal de apoyo no le aprobaron las visas de ingreso a Perú. “No sé si será xenofobia o qué, pero después que en un momento nosotros apoyamos a toda América, no es justo que nos traten así”.